Dónde Comer los Mejores Camperos de Málaga
Si preguntas a cualquier malagueño cuál es el bocadillo más representativo de su ciudad, sin dudarlo te dirá: el campero. Este no es solo un bocadillo más, es el alma gastronómica de Málaga hecha sándwich, la comida que une generaciones y define el carácter de una ciudad que sabe disfrutar de los placeres sencillos.
Importante: Para disfrutar un campero auténtico debes ir a las «hamburgueserías de barrio». No encontrarás camperos en condiciones en el centro turístico, tendrás que desplazarte a los barrios donde este bocadillo mantiene su esencia humilde y accesible.
Evidentemente, encontrarás por el camino muchos lugares que lo ofrecen y seguramente merecen una oportunidad. Pero al ser un producto tan explotado, aunque parezca mentira por su sencillez, son muchos los lugares en los que lo preparan sin ganas, secos, con más pan que contenido, y es por ello que quiero que te desplaces a alguno de estos lugares para que tu primer contacto con el campero sea inolvidable.
Partiendo de su base, un buen campero debe tener equilibrio entre pan y relleno, ingredientes bien repartidos y ser jugoso. Los mejores suelen venir con patatas incluidas, aunque la situación actual hace que algunos cobren aparte.
Historia del Campero: El nacimiento de una leyenda culinaria

La historia del campero malagueño tiene nombre y apellidos: Miguel Berrocal Márquez. Fue a finales de los años 80 cuando este visionario de la gastronomía, dueño de ‘Los Paninis’ en la calle Victoria, decidió crear algo completamente nuevo para los malagueños que salían del cine y buscaban un bocadillo diferente, sabroso y a buen precio.
Berrocal no lo hizo a lo loco. Durante más de un mes estuvo probando diferentes combinaciones hasta dar con la fórmula perfecta: un pan plano de 25 centímetros de diámetro, semihecho de la panadería ‘El Molinillo’, que terminaba de cocerse en las planchas de grill de su local. Pero lo revolucionario estaba en el interior: ingredientes frescos y sencillos, traídos del campo en su mayoría – de ahí el nombre «campero».
La receta original combinaba tomate natural, lechuga, queso, jamón, mayonesa, mostaza y kétchup. Pero lo que nadie esperaba era el éxito arrollador que tendría. Los malagueños se volvieron locos con esta creación, y en poco tiempo todos los bares de la ciudad empezaron a hacer su propia versión del campero.
Lo que empezó como una idea para dar de comer a los cinéfilos se convirtió en todo un emblema de Málaga, extendiéndose por toda la provincia y evolucionando hasta convertirse en el bocadillo más representativo de nuestra ciudad.
Bocatería Los Delfines
No tengo dudas para empezar con el número uno de la lista, es Los Delfines. Y no lo digo yo, lo dice Just Eat, que les ha dado el premio al mejor restaurante de Andalucía en su categoría. Pero más allá de los galardones, este local lleva desde 1996 perfeccionando el arte del campero malagueño.
Francisco Arcas fundó este templo del campero, y desde 2022 Sandra Ruiz mantiene vivo su legado. Con más de 70 platos en carta, aquí el campero es el auténtico rey, disponible en hasta 15 variedades diferentes.
Los imprescindibles:
- Delfipollo York y Queso – El clásico reinventado
- Pollo, Bacon, Queso y Huevo – Contundencia pura
- Super Arcas – Pollo empanado, tortilla, lechuga, tomate, ketchup y alioli (el homenaje al fundador)
Lo que más me gusta de Los Delfines es que mantiene los precios reales: camperos de gran tamaño por 5€, sin superar nunca los 10€. Aquí no hay trampa turística, solo camperos auténticos que han conquistado a los malagueños de verdad.
Debido a su popularidad, recomendamos que vengas con anticipación debido a que son muchas las personas que vienen a disfrutar de sus camperos.
Burguer MITOS
Si buscas contundencia y generosidad en estado puro, Burger Mitos es tu sitio. Este local de Ciudad Jardín se ha ganado la fama de servir algunos de los camperos más elaborados y generosos de Málaga. Sí, han subido algo los precios en los últimos tiempos, pero cuando veas el tamaño y la calidad de sus elaboraciones, entenderás por qué merece totalmente la pena.
Lo que diferencia a Burger Mitos es su enfoque artesanal en cada campero. No se conforman con lo básico; aquí cada bocadillo es una construcción arquitectónica de sabores, con ingredientes frescos y preparaciones que van más allá del estándar de barrio.
Su amplia terraza es perfecta para disfrutar con calma de estas bestias gastronómicas, especialmente en las tardes de primavera cuando el ambiente de Ciudad Jardín invita a quedarse un rato más de la cuenta.
Aviso importante: El aparcamiento por la zona es un auténtico calvario, especialmente en horas punta. Mi consejo es que vengas con tiempo de sobra, porque buscar parking puede llevarte más tiempo que comerte el campero. Pero créeme, la espera merece la pena.
Lo que no te puedes perder: Sus camperos elaborados son obras de arte comestibles. Cada uno es una explosión de sabores que justifica totalmente el desplazamiento hasta Ciudad Jardín.
Burguer Los Piratas
Más de dos décadas sirviendo camperos no es casualidad. Burger Los Piratas es esa joya familiar que ha sabido mantenerse fiel a sus raíces mientras evoluciona con los tiempos. Aquí no solo vienen por los camperos (que están de escándalo), sino por toda una experiencia que convierte una simple cena en un plan familiar completo.
Lo que hace especial a Los Piratas es su amplia carta de comida casera que va mucho más allá del campero tradicional. Es ese tipo de sitio donde los padres pueden disfrutar de un buen campero mientras los niños se lo pasan bomba en el parque infantil y las máquinas recreativas que tienen instaladas.
Las noches de fútbol aquí son legendarias. Con varias televisiones estratégicamente colocadas, es el lugar perfecto para ver el partido con amigos mientras le hincan el diente a uno de sus camperos generosos. El ambiente familiar se mantiene, pero cuando juega el Málaga o hay Champions, la cosa se anima de lo lindo.
La gran ventaja: A diferencia de otros sitios de la zona, aquí el aparcamiento es fácil. Puedes venir en coche sin el estrés de dar mil vueltas buscando sitio, algo que en Málaga no tiene precio.
Perfecto para: Cenas familiares, noches de fútbol con la cuadrilla, o cuando quieres un campero de calidad sin complicaciones de parking.
El Dorado
El Dorado es un referente en Málaga para los amantes del campero. Desde su apertura en 2007, este local se ha especializado en ofrecer los mejores platos malagueños, siendo su producto estrella el campero dorado de pollo asado.
Ubicado en Teatinos, en una zona universitaria, El Dorado es especialmente popular entre estudiantes que han venido a Málaga a cursar la universidad. Su ambiente acogedor y desenfadado lo convierte en un lugar ideal para disfrutar de una comida rápida, sabrosa y económica.
Su menú ofrece una amplia variedad de camperos, entre los que se incluyen opciones como el campero normal, el campero pinchito de pollo o cerdo, y el campero shawarma, todos preparados con ingredientes frescos y de calidad.
Además de sus camperos, El Dorado es reconocido por su rapidez en el servicio, habiendo sido galardonado como el restaurante más rápido en los ‘Restaurant Awards’ de Glovo en 2024, destacando por su agilidad en las entregas.
Barriopinto
Barrio Pinto es un establecimiento acogedor ubicado en la entrada de Churriana, especializado en camperos, hamburguesas y bocadillos. Con una propuesta gastronómica innovadora, ofrece una amplia variedad de platos elaborados con ingredientes frescos y de calidad. Su menú destaca por la creatividad en las combinaciones y la elaboración de salsas caseras que realzan el sabor de cada bocado. (tripadvisor.es)
Especialidades destacadas
Entre las opciones más populares se encuentran:
- Campero Napolitano: una combinación sabrosa de pollo, jamón, queso y salsas especiales.
- Campero Marroquí: con un toque especiado que lo hace único y diferente.
- Bocadillo Malaguitaflow: ideal para quienes buscan sabores creativos y sorprendentes.
Los clientes destacan la calidad de los ingredientes, la originalidad de los platos y la amabilidad del personal. Además, el local ofrece una selección de cervezas artesanas que complementan perfectamente la experiencia gastronómica.
Recomendamos venir con tiempo o reservar debido a su gran popularidad. Aparcar es relativamente fácil en las calles de alrededor.